martes, 16 de abril de 2013

La familia de Jesucristo

Parecería que además de José, su esposo legal,

María tuvo hijos con un hombre llamado Zebedeo,

 entonces también Cristo ciertamente tuvo hermanos

y hermanas, sin embargo, si creemos que Cristo mismo

fue concebido por el Espíritu Santo, entonces estos

hermanos son sólo medios hermanos.
En Marcos 6:3 podemos leer la referencia que se hace sobre Jesucristo: “¿No es este el hijo de María, el hermano de Jacobo y José y de Judas y Simón, y no están sus hermanas aquí con nosotros?” y esto se repite en Mateo 13:55. También se hace referencia a Simón y Felipe de Bethesda, medio hermanos de Cristo, cuyo padre era Zebedeo, y a las medias hermanas de Cristo, una de las cuales fue llamada María Jacoba.
Parecería que además de José, su esposo legal, María tuvo hijos con un hombre llamado Zebedeo, entonces también Cristo ciertamente tuvo hermanos y hermanas, sin embargo, si creemos que Cristo mismo fue concebido por el Espíritu Santo, entonces estos hermanos son sólo medios hermanos. Esto a su vez se complica para quienes creen que Cristo también tuvo un hermano gemelo, llamado Judas Tomás.
No obstante, fue solo el hermano menor de Jesús, Santiago (Jacobo), quien consiguió una mención especial en la Biblia, ya que fue él quien continuó con la misión de Cristo después de la crucifixión, y fue el fundador de la primera iglesia Cristiana, siendo primer obispo en Jerusalén.
Al parecer, Jesús no habría tenido una vida de familia tradicional ya que siempre tenía un conflicto con su entorno familiar, puesto que José no era su padre biológico, y que su madre había quedado embarazada antes del matrimonio.

Virgen con niño. Galeria Pitti, Florencia, Italia




lunes, 15 de abril de 2013

Los Caballeros Templarios


Sello de los Caballeros Templarios que muestra a dos miembros

de la orden subidos a un solo caballo, símbolo de su pobreza.
La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón o los Caballeros Templarios
Durante la época de las cruzadas, surgieron varias órdenes de caballería, como la primera la Orden de Sión, fundada por el líder cruzado Godofredo de Bouillon, quien conquistó Jerusalén, en 1099 d.C. cuando estaba bajo el poder de los turcos selyúcidas. Otras órdenes posteriores fueron los Caballeros Protectores del Santo Sepulcro y los Caballeros Templarios.
Caballero Templario listo para batalla
Poco después de su triunfo en Jerusalén, murió Godofredo de Bouillón en 1100 y recibió el trono su hermano Balduino de Bolonia. En 1118 Balduino fue sucedido por su primo, Balduino II de Bourg. Según relatos ortodoxos, la orden de los Caballeros Templarios fue fundada en ese año como los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón. Establecieron un grupo conformada por nueve franceses que tomaron votos de castidad, pobreza y obediencia y juraron proteger a la Tierra Santa. Su función fue salvaguardar los caminos de Palestina para los peregrinos. A pesar de esto, no hubo nuevos reclutas para la orden hasta el año 1127, cuando varios de los nueve regresaron a Francia para dar a conocer la congregación.
Se decía que la orden fue fundada por Hugo de Payens, un primo y vasallo del conde de Champagne. Su función, en la práctica, nunca fue para proteger los caminos y ayudar, sino para actuar como diplomáticos de primera línea de Godofredo en el entorno musulmán. En 1114 el obispo de Chartres los llamó el Milice du Christ o los Soldados de Cristo.
En 1118 otra orden de caballería, los Grandes Caballeros Templarios de San Andrés se instalaron en el Palacio Baudoine, ubicado en la mezquita de Al- Aqsa, en el sitio del antiguo templo de Jerusalén. Más tarde, el rey Balduino trasladó su cuartel general cerca al Domo de la Roca de David, que entonces era un santuario cristiano llamado Templum Domini, y la mezquita fue dejada enteramente a los Caballeros Templarios, quienes tomaron el lugar como cuartel general.

miércoles, 10 de abril de 2013

Cómo la Reforma limpió la Iglesia

El Juicio Final, Miguel Ángel. 
Capilla Sixtina - Roma (Fuente: Wikipedia)
Con el saqueo de Roma el Papa Pablo III supo que los siglos de mala conducta del Papa y de la inmoralidad habían terminado. Tuvieron que reconocer el movimiento reformista y hacer cambios. La santa, católica y apostólica iglesia ya no era mas santa, su catolicismo se había visto comprometido y su autoridad apostólica seriamente amenazada. Pablo iba a ser conocido como el Papa de la Contrarreforma, a pesar de haber sido uno de los papas más derrochadores, con una casa de 300 personas, una amante y cuatro hijos, Pablo empezó la larga reforma, nombrando por primera vez, cardenales honestos y morales. Fomentó nuevas órdenes religiosas, como la Compañía de Jesús, y el establecimiento del Santo Oficio para perseguir a los herejes por medio de la Inquisición. Convocó el Concilio de Trento para corregir los abusos eclesiásticos y promover la reconciliación con los disidentes protestantes en el norte, para dar a la iglesia una segunda oportunidad. Los misioneros fueron enviados al Nuevo Mundo con la idea de que se debían reunir almas más nuevas, que las almas que se perdieron por el Protestantismo. Todos los excesos como el nepotismo, la alienación, la simonía, el pluralismo, el absentismo y la venta de indulgencias fueron prohibidos por completo.
Pero esto no fue suficiente, los protestantes exigieron que la iglesia debiera hacer una confesión apológica, pedir perdón y acceder a sus demandas. Pablo se negó, se opuso a la reforma y restauró la autoridad moral con el Concilio de Trento y el genio de Miguel Ángel, fue traído desde el exilio en Florencia, para pintar el Juicio Final en la Capilla Sixtina, una obra que cubría 2.365 metros cuadrados, del mayor fresco en Roma, que se dio a conocer el día de Navidad en 1541 con toda Roma llena de estupor y maravillada, aunque algunos dijeron que era más adecuado para un baño público. Una década más tarde el Papa Pablo IV ordenó que los desnudos fueran cubiertos con pantalones. Miguel Ángel hizo una fortuna con su pintura, pero luego lo tiró todo por la borda y vivió una vida modesta, finalmente murió en la miseria.
El Juicio Final, obra que cubría 2.365 metros cuadrados,
se dio a conocer el día de Navidad en 1541
El gasto en la Basílica de San Pedro fue ayudado por la monarquía española que dio una mitad de todo el oro proveniente de la aventura al Perú incaico, que ascendió a 200.000 ducados, una suma enorme en aquellos días.
El Papa Sixto V, fue finalmente el responsable de restaurar el orden en la iglesia y bajo él, Roma volvió a nacer como un centro resplandeciente espiritual y político. La ley y el orden fueron establecidas con la pena de la decapitación de los delincuentes. Fue el quien estableció la imprenta del Vaticano para difundir el Evangelio y ordeno la furia de la Inquisición. Tambien fue el quien ordeno la máxima esfuerza para completar la construcción de St. Pedro.
En cuanto a los protestantes ingleses, que se preparaban para navegar hacia el Nuevo Mundo, eran ávidos lectores de la Biblia en lengua nativa, y vieron rápidamente el paralelo entre Moisés y el Faraón y ellos mismos y su faraón, el rey James. Este sentimiento de simpatía también llevó a la Declaración de Independencia, donde Jefferson, Franklin y John Adams sugirieron que el sello de los nuevos Estados Unidos debería ser Moisés guiando a los israelitas por el Mar Rojo. Para ellos, Moisés fue el verdadero padre fundador de América.

El preludio a la Reforma y el saqueo de Roma

Saqueo de Roma. Rapto de las damas de sociedad
Al final del siglo XV, los católicos en Alemania habían perdido el respeto por el papado y estaban resentidos de sus demandas por más donaciones para mantener el estilo de vida de los Papas, como León X, quien además de llevar un estilo de vida derrochadora, lasciva, inmoral y extravagante, que incluía su pasión por la caza del jabalí, se había embarcado en la reconstrucción de la Basílica de San Pedro que sería una pesadilla financiera. Lutero visitó Roma en el año 1511 y fue sorprendido por el comportamiento decadente del papado. Para él, un príncipe Medici no necesitaba las monedas de los trabajadores alemanes pobres para financiar la opulencia de la nueva Iglesia de San Pedro. Lutero marcó al Papa León como el anticristo y Roma como la ramera de Babilonia. Sus sentimientos fueron compartidos también por los príncipes alemanes que más tarde respaldaron a Lutero contra el Papa.

El sentimiento alemán contra el Papa llegó a su clímax en 1527, cuando, bajo la bandera imperial del rey Carlos V de Habsburgo, un ejército de 40.000 mercenarios protestantes de Alemania y Austria cayeron sobre Roma, acabando con el ejército papal y la ciudad, tomando como pago todos los objetos de valor que pudieron encontrar, mataron, violaron y profanaron todo a su paso. Las monjas y damas de la sociedad romana fueron violadas y puestas en los burdeles de los soldados. Los hombres fueron torturados antes de ser asesinados con todo tipo de atrocidades imaginables. Las tropas alemanas comandaron el Vaticano, establecieron sus cuarteles en el Palacio de los Papas y la Capilla Sixtina fue utilizaba como depósito de cadáveres. Todo esto fue visto como un castigo divino y fue la medicina necesaria para que las autoridades papales y la iglesia volvieran de nuevo a un tipo de conducta cristiana. Por este tiempo el papado estaba en manos de Clemente VII, el romano más desafortunado de todos los papas al recibir la culpa de la violación de Roma, los romanos ​​amargos borraron la inscripción de Clemens Pontifex Maximus de su tumba, cuando murió envenenado luego de comer setas, y lo reemplazaron con Inclemens Pontifex Minimus.

Casi increíblemente, la política del Renacimiento fue tan volátil que 3 años después del saqueo, el Papa Clemente concedió la absolución pública del rey Carlos y viajó a Bolonia, donde se coronó a Carlos como emperador del Sacro Imperio Romano. Esta fue la última consagración imperial realizada por un Papa. Más tarde, fue firmado el Tratado de Cambrai, los Estados Pontificios fueron restaurados, fluyeron nuevamente los ingresos en el Vaticano y Clemente empezó a salvar la ciudad y reafirmó la autoridad de la iglesia.

sábado, 6 de abril de 2013

La Reforma en Inglaterra



Lady Jane Grey, la reina de los nueve días
“El rey Enrique VIII reconoció que las relaciones por siglos con el papado habían tenido muchos conflictos con los pontífices, e Inglaterra siempre resintió pagar el impuesto a Roma conocido como Óbolo de San Pedro, que había sido pagado anualmente a Roma desde los días del rey inglés Alfredo. Siempre hubo críticas pronunciadas en contra de la riqueza y la corrupción de los papas y ahora, en el mundo civilizado de la Europa del Renacimiento, había todavía más razones para criticar.

Enrique se desilusionó cada vez más con la Santa Sede y en este clima ocurrió la reforma inglesa. Fue Thomas Cromwell, quien finalmente convenció a Enrique de las ventajas de separar la iglesia de Inglaterra de Roma. Cromwell había estado al servicio del rey desde 1521, tenía una gran inteligencia y una falta total de escrúpulos, estableció un servicio de espionaje muy eficiente, que era un modelo para los futuros gobiernos. El 21 de enero 1531 se convocó a los clérigos de Canterbury y York en Westminster lo que marcó el comienzo de la Reforma Inglesa”….

…. “El rey Enrique murió el 28 de enero de 1547 a la edad de 55 años, un hombre con sobrepeso, además sufría de una pierna envenenada que resistió a todos los tratamientos; un hombre que a pesar de su naturaleza vigorosa y seis esposas era incapaz de producir una descendencia de varones sana para sucederlo”... 

... “Enrique fue sucedido por su único hijo, el rey Eduardo VII, un niño enfermo de nueve años, quien finalmente murió de tuberculosis a la edad de 15, durante su reinado la fe reformada del Protestantismo se practicaba abiertamente bajo el arzobispo Cranmer, protestante desde 1530 que era el primado de la iglesia de Inglaterra.

María I de Inglaterra, conocida como María Tudor,
designó como su principal inquisidor al obispo
católico de Londres, Edmund Bonner, y así comenzó
un intenso período de persecución durante el cual
el Libro de los Mártires registró la quema de 277 herejes.
Luego de su muerte fue conocida como Bloody Mary
(María la sangrienta).
El joven rey fue a su vez gobernado por un Consejo de Regencia en el que estaban sentados Catalina Parr, la última viuda de Enrique, este Consejo consideró un matrimonio por conveniencia entre el joven rey e Isabel, la hija del rey de Francia, Enrique II, quien era católico, también se elaboró un plan para casar al joven rey con la bien educada y protestante sobrina nieta de Enrique VIII, de dieciséis años de edad, Lady Jane Grey, llamada así por su tía abuela la reina Jane Seymour, pero todos estos planes terminaron con la muerte repentina de Eduardo, cuando la sucesión al trono se convirtió en un gran problema debido al conflicto entre el Protestantismo y el Catolicismo. La primera en la línea del trono era María Tudor, hija de Enrique y Catalina de Aragón, una joven fiel y católica, pero el poderoso duque de Northumberland contrarrestó esta situación obligando a Lady Jane Grey, ahora su nuera, a tomar el título contra su voluntad. En medio de mucho desorden Lady Jane se convirtió en reina y conservó el título durante 9 días, hasta que su prima, María Tudor la depuso, tomó el título de reina para sí misma, y envió a Jane a la Torre de Londres, donde inmediatamente se le cortó la cabeza seguida por su esposo y su suegro. Así Lady Jane Grey fue una mártir trágica y triste para el Protestantismo.
María Tudor como Reina siguió adelante decidida a restablecer el catolicismo en Inglaterra y Escocia, y se casó oficialmente con el rey Felipe de España con el fin de producir un heredero católico. Pero rara vez se encontraron y el matrimonio nunca fue consumado. María designó como su principal inquisidor al obispo católico de Londres, Edmund Bonner, y así comenzó un intenso período de persecución durante el cual el Libro de los Mártires registró la quema de 277 herejes. Luego de su muerte fue conocida como Bloody Mary (María la sangrienta).

María fue sucedida por su prima la reina Isabel I, quien llegó al poder como la primera reina protestante de Inglaterra, pero su reinado fue una larga sucesión de intentos de su familia para restablecer el catolicismo romano, incluyendo el de su tío, el duque de Norfolk.”

viernes, 5 de abril de 2013

Pablo rehizo y exportó el Cristianismo al Mundo



Yardenit, el sitio donde Juan el Bautista bautizó a Jesucristo
Jesús en Mateo 5:17 señaló que él no ha venido para destruir la ley sino para cumplirla. Estaba plenamente consciente de su misión profética del Judaísmo. Él no repudió la ley de Moisés o las enseñanzas de los profetas, sólo trató de suavizar las interpretaciones del escritor sobre esas normas que eran una carga pesada para el pueblo, reformando el espíritu que estaba detrás de la interpretación literal de la palabra de Dios.

Durante las primeras décadas del Cristianismo en Jerusalén, el mensaje de Cristo se propagó bajo el liderazgo conservador de Santiago, el hermano menor de Cristo y el apóstol Pedro, quienes insistieron en la observancia estricta de la ley judía, mientras que los gentiles conversos de Pablo vivían fuera de Palestina, y escogieron el camino de la libertad de las leyes. La interpretación adecuada y la práctica de la ley se convirtieron en una fuente fundamental de fricción entre las primeras comunidades cristianas del Medio Oriente y Jerusalén. Los Hechos de los Apóstoles, escrito alrededor del año 65, narra la tensión entre la interpretación de Pablo de la misión de Jesús y lo que entendían Santiago y Pedro, quienes no estaban nada contentos con el celoso trabajo misionero del nuevo apóstol autoproclamado Pablo. La misión del apóstol converso no ocurrió en Jerusalén, sino en la Diáspora, fue dirigida a los gentiles del Imperio Romano y su prédica creó desacuerdos entre Pablo y los líderes judíos más conservadores de la Iglesia Primitiva, que se centraban en el templo.

miércoles, 3 de abril de 2013

La historia del Templo y lo que sucedió con sus tesoros

La reconstrucción del Templo de Zorobabel
se hizo bajo el mandato del Sumo Sacerdote
y por ello tomó su nombre
“La Biblia relata que había dos templos en Jerusalén, el Templo de Salomón, construido alrededor del año 972 a.C., y el Templo de Zorobabel, que reemplazó el Templo del Rey Salomón y fue erigido alrededor de 538 a.C. por el rey persa Ciro II, cuando se le permitió regresar a los judíos exiliados en Babilonia a Jerusalén.
La Biblia también describe el uso de oro y plata en la construcción del Templo del Rey Salomón y da instrucciones detalladas para la fabricación de los vasos sagrados que se utilizaron en las ceremonias religiosas y sacrificios. El más importante fue la tabla de la Divina Presencia o la Mesa del Pan de la Proposición, el candelabro de siete brazos o Menorá, ambos tenían que ser de oro, las trompetas de plata y, en una fecha anterior, el Arca de la Alianza, que tenía que ser de oro. Se nos dice que las paredes y los pisos del templo fueron recubiertas con láminas de oro y que debajo del templo hubo muchas bóvedas, donde el oro, plata, piedras preciosas y otros objetos de valor fueron almacenados. Además estaban los altares de incienso para rendir ofrendas, ambos de oro macizo”….
… “En el año 586 a.C., el rey Nabucodonosor de Babilonia sitió a Jerusalén y después de 18 meses la capturó. La ciudad y el templo fueron completamente destruidos y todos los trabajadores calificados deportados a Babilonia para ayudar en la construcción de la nueva ciudad que se convertiría en una de las siete maravillas del mundo. También se llevó todos los tesoros. Esto marcó la era de cautiverio en Babilonia de los judíos.
En el año 538 a.C. el rey persa Ciro II capturó Jerusalén y se permitió a los judíos exiliados regresar. Autorizó la reconstrucción del templo y devolvió los vasos sagrados que fueron tomados por el rey Nabucodonosor. La reconstrucción del Templo de Zorobabel se hizo bajo el mandato del Sumo Sacerdote y por ello tomó su nombre. Los tesoros regresados son mencionados en la Biblia, bajo Esdras 1:7-11, pero esto fue escrito posiblemente 100 años después del evento.
El Muro de los Lamentos, hoy en día, siento la única pared
que queda del Templo original del tiempo de Jesucristo.
Un revés más a la riqueza del templo se produjo en el año 167 a.C., cuando las fuerzas judías se unieron con el rey egipcio Ptolomeo VI contra el rey sirio Antíoco, quien en venganza quemó la ciudad de Jerusalén y mató a todos los niños circuncidados, cuyos cuerpos fueron colgados alrededor de los cuellos de los padres crucificados y 10.000 judíos fueron tomados como esclavos.
La acción sangrienta de Antíoco garantizó que ningún tesoro del Templo en Jerusalén sobreviviera después del año 167 a.C. lo cual está escrito en la Biblia, en Macabeo 1:21-24, 2:5-16, que confirmó que la tabla de la Divina Presencia y los demás tesoros fueron llevados a Siria, borrando así todos los tesoros del templo conocidos que existían en ese momento.”…
Maqueta del Segundo Templo de Jerusalén (fuente: Wikipedia)


martes, 2 de abril de 2013

La Caza de Brujas (de 1300 a 1720)



(PARTE 1)
El demonio de la vanidad y la coquetería.
Der Ritter vom Turn, 1493
La reforma no sólo convirtió a los europeos al Cristianismo Ortodoxo a través de la predicación y la catequesis. Fue acompañada lamentablemente, de un período de 300 años de la llamada “caza de brujas” descrita como “la terrible pesadilla, el crimen más sucio y la vergüenza más profunda de la civilización occidental”. Uno de los factores que originó esto fue el miedo profundo de los poderes del culto al diablo, que en primer lugar, había sido creado por la Iglesia católica, que entonces utilizaba para perseguir y acabar con la disidencia, y subordinar al individuo a un control autoritario que denigraba a la mujer.
Esto ocurrió en un momento en que la reforma enseñaba que al no encontrar a Dios en lo físico, el cuerpo era impío, entonces el placer en cualquier forma tenía que ser repudiado, el disfrute personal y la satisfacción se debían evitar, el cuerpo no era más hermoso como Ignacio de Loyola, el fundador de los Jesuitas dijo: “soy simplemente estiércol, cuando mi cuerpo muera se debe tirar al estercolero para ser devorado por perros y aves”. Juan Calvino escribió: “Todos estamos hechos de barro, estamos llenos de eso, no somos más que barro y suciedad, tanto dentro como fuera”. En cuanto a las mujeres, San Clemente en Alejandría dijo sobre ellas, en el siglo II: “Toda mujer debe tener vergüenza al pensar que ella es una mujer”. Los luteranos en Wittenberg debatieron si las mujeres eran en realidad seres humanos. De hecho, los nuevos cristianos ortodoxos hicieron responsables de todo pecado a las mujeres.
La caza de brujas por lo tanto, era la explosión del Cristianismo ortodoxo y vilipendio contra las mujeres, que se entendía como el impedimento a la espiritualidad en un contexto donde Dios reinaba estrictamente desde el cielo y exigía una renuncia al placer físico.
A medida que corría el fervor reformatorio, el aspecto femenino del Cristianismo, en la adoración de María, se convirtió en sospechoso. A lo largo de la Edad Media, los poderes de María se creían que reducían a los del diablo, pero ahora los protestantes descartaron del todo la veneración para María, e incluso los católicos disminuyeron su importancia. La devoción a María se convirtió a menudo en una muestra del mal. Los inquisidores modificaron una estatua de la Virgen María en un dispositivo de tortura, que se abría para recibir a la víctima, que era penetrada por cuchillos y clavos cuando la estatua era cerrada.
Durante este tiempo, la cacería de brujas comenzó con el objeto de encontrar mujeres que tenían la reputación de actos de magia del demonio. Esto mostró un gran temor de la sexualidad femenina. Un manual fue escrito para la comprensión y persecución de la brujería llamado Malleus Maleficarum, que describió cómo reconocer a las brujas que gustaban recolectar los órganos masculinos en grandes cantidades, y cuenta la historia de un hombre que habiendo perdido su pene, fue a una bruja para que se lo restaurara y lo hizo con un pene muy grande que, según ella dijo, perteneció a un sacerdote de la parroquia.
Portada del Malleus Maleficarum
en una edición de 1669
Aunque la mayoría de lo contado sobre brujería fue inventado por los cristianos, muchos elementos vinieron de antiguas tradiciones paganas. La brujería estaba vinculada a la adivinación y el arte de la adivinación, llamado el futuro, y el descubrimiento de conocimientos con la ayuda de poderes sobrenaturales, algo que los cristianos ortodoxos insistieron en que sólo se podía hacer con el poder del diablo, porque para Dios ya no estaba más involucrado con el mundo físico. La Iglesia primitiva ha tratado de erradicar los vestigios de esta antigua tradición, negando la existencia de las brujas o la magia fuera de la iglesia. Una ley eclesiástica del año 1306 d.C. decretó que la creencia en la brujería era una herejía, y describió los rituales paganos que incluyeron mujeres manifestando extraordinarios poderes mágicos, en 1396 el Consejo de Chartres ordenó un anatema para ser pronunciadas contra los hechiceros cada domingo en cada iglesia.
Durante muchos años la iglesia persuadió a la sociedad de que las mujeres se inclinaban hacia la brujería y a la adoración al diablo, pero cuando cambiaron su política en el siglo XIII, la iglesia comenzó a afirmar que la bruja era como un esclavo del demonio alegando que era ahora un agente del mal satánico, al tener relaciones sexuales con el diablo.

lunes, 1 de abril de 2013

Cómo entender la Historia Cristiana

PRÓLOGO

“Resumido en cuatro palabras, religión es una ilusión. Más que principios y ética, religión es misterio y magia, el último acto de conjurar, el cuerpo y sangre de pan y agua. La imponente majestad de la iglesia, las nubes de incienso, la elevada persona del sacerdote en su dorada vestimenta en el altar, las velas, el arte sagrado y la música evocativa, todos son factores que aumentan y perpetúan la ilusión. Muy rara vez, o nunca, puede ser alcanzado el espíritu y dejarlo libre sólo por el intelecto. La fe religiosa viene por medio del corazón hasta la cabeza. Motiva a los pecadores a arrepentirse, los orgullosos a humillarse y los poderosos a someterse a una autoridad mayor. Las emociones e imágenes hacen zelotes, santos y mártires de seres mortales con pies de barro”...

La Anunciación de Sandro Botticelli, Galería Degli
... “Nuestra fe en la iglesia depende de la autoridad divina, la autenticidad y la veracidad que se desprende de la Biblia. El creyente cristiano debe asumir que las escrituras son verdaderas porque basa su creencia y fe en ellas y si esto no es así, entonces el Cristianismo no tiene credibilidad. En esta época de teléfonos celulares, mensajería instantánea y noticias en Twitter, cuesta a los jóvenes lectores creer que Dios habló a Moisés a través del Arca de la Alianza, con el Propiciatorio y sus querubines dorados a ambos lados y luego siguió con los Diez Mandamientos inscritos en tablas de piedra, pero el verdadero creyente debe poner esto en su perspectiva correcta y creer.

No hay duda de que sin fe, ninguna de las religiones en el mundo pueden tener sentido, y que la fe es el único factor que impulsa a las personas, con razón o sin ella, en sus religiones. En la religión cristiana, ahora con más de 2.000 años desde el nacimiento de Jesucristo, muchos eventos han sucedido en tal medida que los acontecimientos originales del ministerio de Jesús están llenos de misterios, que incluso los más talentosos historiadores, eruditos y acuciosos investigadores no pueden distinguir entre lo verdadero y no verdadero o incluso ponerse de acuerdo entre ellos sobre la veracidad de los hechos lo cual es básico para la comprensión de nuestra fe.”...

La Santa Inquisición de 1250 A 1908


El inquisidor presidió el procedimiento como fiscal y juez y fue elegido
principalmente por su afán de perseguir a los herejes.

Ninguna religión ha sabido organizarse mejor para controlar a las personas y contener su espiritualidad como la Inquisición Católica, que fue creada dentro del marco jurídico propio de la iglesia. Su objetivo era atemorizar a la gente para que obedezca. El inquisidor Francisco Peña declaró en 1578: “Debemos recordar que el propósito principal del juicio y la ejecución no es salvar el alma de los acusados, sino lograr el bien público y el miedo en los demás”. La Inquisición tomó un sinnúmero de vidas humanas en Europa y en el mundo, ya que siguió tras los misioneros cristianos.
La iglesia se volvió en contra de su propio derecho canónico para autenticar una agencia que pudiera hacer cumplir la adhesión a su autoridad. En el año 1234 el Papa Gregorio IX estableció la Inquisición como un tribunal separado, independiente de los obispos y prelados. Su administración, por los inquisidores, sería responsabilidad sólo ante el Papa. La ley inquisitorial reemplazó a la tradición del derecho común de: “inocente hasta que se demuestre su culpabilidad” por: “culpable hasta que pruebe su inocencia”. A pesar de un juicio aparente, el procedimiento inquisitorial no dejaba posibilidad para que los sospechosos pudieran demostrar su inocencia. El proceso dio lugar a la condena de cualquier persona, incluso sospechoso de herejía. Al acusado se le negó el derecho de un abogado. La amistad con un sospechoso de herejía también era considerado un crimen, y no se proporcionaba información con qué hereje se le asociaba. Los nombres de los testigos acusados fueron mantenidos en secreto. Literalmente, no había defensa posible, si alguien era acusado de ser un hereje, era torturado hasta morir. Todo en nombre de Dios y de Jesucristo y en un momento en que la gente ni siquiera entendía lo que significaba la herejía.

Sello de la Santa Inquisición


La Reforma Protestante

El vecino Kalinnen en Estonia, un contraste Luterano
El 31 de octubre de 1517 un monje agustino rebelde llamado Martín Lutero se embarcó en una revuelta aparentemente suicida contra la Iglesia Católica Romana, que cuatro años más tarde precipitaría la Reforma Protestante. Lutero había nacido en 1483. En 1505 entró a un monasterio Agustino y rápidamente escaló posiciones en la jerarquía de la orden. Para el año 1511 había alcanzado el grado de doctor en teología y en el año 1515 estaba encargado de once monasterios. Luego pasó por un período de crisis espiritual que lo llevó a creer que solamente la fe era necesaria para la salvación, y si esto fuera así, la mediación de la iglesia y su sacerdocio entonces se convertirían en superfluos. La hostilidad de Lutero hacia la iglesia se vio intensificada por la venta y la venalidad de los abusos eclesiásticos, personificado por el tráfico escandaloso de las indulgencias con la cual cualquier persona con dinero podía comprar la remisión de sus pecados. Él compiló una lista de 95 acusaciones contra la Iglesia Católica Romana y la clavó en la puerta de la iglesia del Castillo Wittenberg. Esto tocó la fibra sensible de simpatía de toda Alemania y Lutero se encontró así mismo como un poderoso protector en el duque Federico, elector de Sajonia. En 1520, Lutero rompió con la iglesia y publicó un tratado instando a los príncipes alemanes a reformar la iglesia. Lutero fue declarado hereje en 1521 fue excomulgado. Ese mismo año fue llamado a defenderse ante el emperador Carlos V. Sin embargo con el apoyo de Federico de Sajonia, se negó a retractarse. Carlos V, temeroso de que la confrontación pudiera alienar a los príncipes alemanes, retrocedió y el Protestantismo se estableció en Alemania.
 En 1519, la reforma protestante fue inaugurada en Suiza, y en 1555, nueve años después de la muerte de Lutero, Juan Calvino estableció su propia forma de Protestantismo, en Ginebra. Su discípulo, John Knox, llevó la reforma a Escocia. Lutero sabía que la Biblia tenía que ser traducida a la lengua del pueblo, y en 1522 publicó una traducción al alemán del Nuevo Testamento, que fue el precursor de la versión en inglés y en 1525 la Biblia del rey James fue traducida por William Tyndale, directamente del griego y hebreo. Hecho esto, el papel del sacerdote, hasta ese momento como único custodio e intérprete de la palabra de Dios, quedó de lado.
Cuando Lutero hizo su rebelión en el año 1517, el occidente y la mayor parte de Europa central estaban bajo el reino cristiano católico romano. Había dos gobernantes, el laico o el Emperador del Sacro Imperio Romano, que era un título que se remontaba a la coronación de Carlomagno en el año 800 y, el líder espiritual, el Papa. Aparte de su conocida rebelión contra la iglesia, Lutero desarrolló y propuso dos principios teológicos que anularon por completo los siglos de la doctrina católica y transformaron la naturaleza del Cristianismo para siempre. El primero, denominado sola fide (solo por la fe) derrocó el derecho de la Iglesia católica para decir quién era o no, cristiano. Lutero decía que una persona llegaba a ser un cristiano por la fe a título individual, que la religión es privada, de libre elección, y que el Estado y el reino espiritual debían estar firmemente separados. Que la naturaleza del Cristianismo es un despertar espiritual o renacimiento, con lo que el libro de Charles Colson, “Nacido de Nuevo”, se ha hecho famoso en los últimos tiempos.