martes, 26 de marzo de 2013

María Magdalena en la Francia de hoy

Jerusalén. La Iglesia del Santo Sepulcro.
Aunque pueda parecer inverosímil la historia del éxodo de María Magdalena de Palestina después de la muerte de Cristo, su llegada a Francia y su papel en el establecimiento de la línea de los reyes sagrados en Francia, hoy estos lugares pueden ser visitados en los alrededores de Marsella y están conectados directamente con ella, de modo que parecerían confirmar que aún  vive allí después de dos mil años.

A manera de recapitulación de la historia de María Magdalena la leyenda dice que poco después de la crucifixión, ella junto a su hermana Marta y su hermano Lázaro además de varios otros, viajaron por el mar de Palestina y desembarcaron en la costa francesa de lo que hoy es Provenza. Se dice que en su grupo estaba San Máximo, quien fue uno de los setenta y dos discípulos de Jesús y que más tarde se convertiría en el primer obispo de Provenza. También estuvo María Jacobi y María Salomé, una joven negra llamado Sara y José de Arimatea, un seguidor adinerado de Jesús. En aquellos días la costa de Provenza era un lugar deshabitado, remoto y silvestre.

La leyenda nos dice que desembarcaron en lo que hoy es la ciudad de Sainte Maries de la Mer, en Camargo, y se separaron, cada uno a predicar el evangelio. Se dice que María predicó en toda la región, convirtiendo a los paganos y finalmente se convirtió en una ermitaña y vivió en una cueva en Sainte Baum. A su muerte el obispo Máximo ofició una misa y fue enterrada en la ciudad que hoy lleva su nombre.

Hoy Saintes Maries de la Mer es un pueblo muy turístico y tiene una iglesia del siglo XII, donde las tres Marías son veneradas. En el año 1420, el Papa dio permiso para excavar la cripta de la iglesia y fueron encontrados dos esqueletos, que se dice son los de Salomé y María Jacobi, pero  nunca  se encontraron rastros de María Magdalena.

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