La reconstrucción del Templo de Zorobabel se hizo bajo el mandato del Sumo Sacerdote y por ello tomó su nombre |
La Biblia también describe el uso de oro y
plata en la construcción del Templo del Rey Salomón y da instrucciones
detalladas para la fabricación de los vasos sagrados que se utilizaron en las
ceremonias religiosas y sacrificios. El más importante fue la tabla de la
Divina Presencia o la Mesa del Pan de la Proposición, el candelabro de siete
brazos o Menorá, ambos tenían que ser de oro, las trompetas de plata y, en una
fecha anterior, el Arca de la Alianza, que tenía que ser de oro. Se nos dice
que las paredes y los pisos del templo fueron recubiertas con láminas de oro y
que debajo del templo hubo muchas bóvedas, donde el oro, plata, piedras
preciosas y otros objetos de valor fueron almacenados. Además estaban los
altares de incienso para rendir ofrendas, ambos de oro macizo”….
… “En el año 586
a.C., el rey Nabucodonosor de Babilonia sitió a Jerusalén y después de 18 meses
la capturó. La ciudad y el templo fueron completamente destruidos y todos los
trabajadores calificados deportados a Babilonia para ayudar en la construcción
de la nueva ciudad que se convertiría en una de las siete maravillas del mundo.
También se llevó todos los tesoros. Esto marcó la era de cautiverio en
Babilonia de los judíos.
En el año 538 a.C.
el rey persa Ciro II capturó Jerusalén y se permitió a los judíos exiliados
regresar. Autorizó la reconstrucción del templo y devolvió los vasos sagrados
que fueron tomados por el rey Nabucodonosor. La reconstrucción del Templo de
Zorobabel se hizo bajo el mandato del Sumo Sacerdote y por ello tomó su nombre.
Los tesoros regresados son mencionados en la Biblia, bajo Esdras 1:7-11, pero
esto fue escrito posiblemente 100 años después del evento.
El Muro de los Lamentos, hoy en día, siento la única pared que queda del Templo original del tiempo de Jesucristo. |
Un revés más a la
riqueza del templo se produjo en el año 167 a.C., cuando las fuerzas judías se
unieron con el rey egipcio Ptolomeo VI contra el rey sirio Antíoco, quien en
venganza quemó la ciudad de Jerusalén y mató a todos los niños circuncidados,
cuyos cuerpos fueron colgados alrededor de los cuellos de los padres
crucificados y 10.000 judíos fueron tomados como esclavos.
La acción sangrienta
de Antíoco garantizó que ningún tesoro del Templo en Jerusalén sobreviviera
después del año 167 a.C. lo cual está escrito en la Biblia, en Macabeo 1:21-24,
2:5-16, que confirmó que la tabla de la Divina Presencia y los demás tesoros
fueron llevados a Siria, borrando así todos los tesoros del templo conocidos
que existían en ese momento.”…
Maqueta del Segundo Templo de Jerusalén (fuente: Wikipedia) |
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